El nuevo edificio se ubica en el ParcodelleBasiliche, en el barrio de la Porta Ticinese, al sur del centro histórico de la ciudad de Milán. Se trata de un edificio cuyo programa integra un centro de barrio con una serie de usos dirigidos a completar los servicios del contiguo Museo Diocesano, fundamentalmente espacios de investigación y residencia.

El ParcodelleBasilichefue proyectadoen la década de 1950sobre un vacío urbano provocado por los bombardeosde la II Guerra Mundial, concebido como un «paseo arqueológico» que une los ábsides de las basílicas de San Lorenzo y Santo Eustorgio. El hecho de que este vacío urbano surgiese de imprevisto después de que el barrio estuviese consolidado hace que los edificios de la zona oeste del parque le den la espalda. Estos edificios vuelcan al Corso de PortaTicinese, y hacia el parque presentan traseras y medianeras. La inserción del nuevo edificio tiene una primordial vocación urbana al tratar de resolver de forma integral esta situación.

El nuevo volumen de 133 metros de longitud, 9 de ancho y 14 de alto, se muestra inevitablemente como una forma contundente ante la ciudad y el parque. Sin embargo,su posición establece un diálogo continuo con la preexistencia, mediante unaactuación de acupuntura entre el parque y la ciudad:

1. Por un lado pone en relaciónla nueva arquitectura y las medianeras existentes.
2. Por otro, la planta baja se liberapara facilitarlas conexiones existentesentre los accesos y senderos del parque, a la vez que participa de los programas de espacio abierto.
3. Del mismo modo, la cubierta se dota de programa público aprovechando que establece una singular relación de cota con la vegetación existente, alzándose sobre las copas de los olmos, plátanos, sóforas y robles que habitan el parque.

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