El momento actual nos obliga a crecer en espacios ya urbanizados donde todos los servicios se encuentran cercanos y las inversiones en infraestructuras son mínimas.
En estas áreas tan consolidadas hay numerosos solares o edificios abandonados. Puede que el mes que viene los ocupen máquinas excavadoras para realizar viviendas que mejorarán ampliamente la calidad de las que había anteriormente pero que no aportarán nada al espacio urbano más que mayor densidad, mayor flujo vehicular y menor luminosidad al resto. Debemos a obligar a que además de cubrir las necesidades de los futuros habitantes sirvan para mejorar las posibilidades/servicios/… de las edificaciones existentes en el entorno.
Si el barrio va derribando las viejas viviendas de planta baja con patio y allí edifica hasta 4 alturas manteniendo los espacios públicos significa que el espacio público será el mismo para más habitantes, se densificará, siendo este un proceso que no tiene por qué ser pernicioso para los habitantes siempre y cuando se le doten, a través de los diferentes mecanismos, de elementos que aumenten el bienestar del barrio.
Nueva Numancia y San Diego tienen los peores índices municipales en cuanto a tamaño medio de vivienda, calidad de las zonas verdes, cantidad de viviendas acondicionadas y edificios adaptados a personas con movilidad reducida. La ejecución de las instalaciones dentro de un entorno ya consolidado resulta más compleja aunque una inversión mucho más productiva y útil para un mayor número de gente. Por tanto aprovechar los módulos estructurales que sirven de soporte para las habitaciones satélite y los nuevos núcleos de comunicación como base.
Se propone la ampliación de las viviendas existentes a través de habitaciones satélites en régimen de alquiler y nuevas áreas comunitarias que refuercen la calidad de vida y la relación vecinal. Los solares actuales los ocuparán nuevas dotaciones del barrio, piscinas, huertos, mercados ambulantes.